Ideas realistas para ordenar las finanzas en tu comercio

1. Armá una tablita de ingresos y egresos

Arrancamos la aventura con la pieza fundamental: la planilla de ingresos y egresos en Excel o Google Sheets, lo que te resulte más cómodo. Esto no es más que una foto de todo el movimiento de dinero en tu negocio, como un Instagram financiero donde vas a dejar registrado todo lo que pase. Vas a anotar cada billete que entre y cada moneda que salga, sin dejar nada al azar.

¿Te parece un lío? No hay drama, en Naranja X hicimos un modelo listo para llevarte y poner en práctica: ¡descargarla! (Obviiiooo que es gratis, che)

Planilla de egresos e ingresos para ordenar las finanzas del comercio

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2. Calculá los ingresos: operativos, extraordinarios o financieros

Ahora que ya tenés tu tablita, es tiempo de llenarla. Los ingresos son tu motor, lo que mantiene a flote el barco, la biyuya que le da de comer a tu comercio. Pero ojo, que no todos los ingresos son iguales. 

Algunos vienen del día a día del negocio (operativos), otros de situaciones especiales (extraordinarios) y algunos más de inversiones o intereses (financieros). Cada uno tiene su propio ritmo y requiere un manejo distinto, así que a no confundirlos. Completá tu tablita con la info más detallada posible.

3. Calculá los egresos: costos fijos y variables

Siguiendo con nuestra planilla, pasamos a los egresos. Aquí entran los costos fijos, esos que no cambian mes a mes (como el alquiler del local) y los costos variables, esos que sí cambian (como las compras a proveedores). Entenderlos y controlarlos es clave.

4. Analizá el reporte mensual

Amigarte con el Excel va a ser una de tus mejores decisiones. Los reportes mensuales te van a permitir descubrir patrones, ver dónde se te va la plata y cómo podés optimizar tus recursos. Es la versión realista de una bola de cristal que te dice con anticipación cómo llevar las finanzas de un negocio.

5. Creá un plan financiero a largo plazo y establecé proyecciones

El emprendimiento es una maratón, no un sprint. Por eso, necesitás un plan financiero a largo plazo que te marque los próximos pasos a seguir. Las proyecciones son tus metas financieras, esas que te ayudan a recordar por qué te metiste en todo esto.

6. Diferenciá las cuentas: vida personal y trabajo, asuntos separados

Finalmente, te dejamos un consejo de oro: tené una cuenta para tus finanzas personales y otra para las del negocio. Mezclar las dos es mala idea. Y no vamos a usar la metáfora del agua y el aceite, porque en ese caso los elementos no se juntan, ¡y acá sí! Lo cual es peor, porque contribuye a la confusión y falta de previsibilidad. Simplemente no va.

Ahora que ya tenés las herramientas, está en vos aplicarlas y contribuir con el orden de tus finanzas.