Cuando solicitás un préstamo personal, asumís el compromiso de devolver el monto otorgado más los intereses en el plazo acordado.
Sin embargo, a veces las circunstancias cambian y te podés encontrar en una situación donde cumplir con estos pagos se vuelve un desafío.
En este artículo, te explicaremos qué consecuencias enfrentarás si no pagás tu préstamo personal y cómo manejar esta situación de la mejor manera posible.
Si bien la vida puede traernos imprevistos, conocer lo que puede pasar te ayudará a estar preparado y a actuar de manera proactiva.
1️⃣ Primero, recibirás llamadas y notificaciones de cobro.
Desde la primera cuota que dejemos de pagar, la entidad empezará a aplicar unos intereses de demora, intereses que son superiores a los ordinarios.
Todos ellos se irán acumulando a la deuda inicial, de manera que, si seguimos mes a mes sin hacerle frente, la deuda crecerá y cada vez deberemos más dinero.
2️⃣ Segundo, pueden aplicarte intereses de mora y penalidades.
Los prestamistas suelen cobrar cargos adicionales por los pagos atrasados, lo que incrementa el monto total que debés.
Esto puede hacer que la deuda crezca rápidamente y sea más difícil ponerse al día.
4️⃣ Tercero, en casos más serios, tu deuda puede ser transferida a una agencia de cobros.
Estas agencias tienen métodos más agresivos para recuperar el dinero, incluyendo acciones legales.
Podrías enfrentarte a demandas judiciales, embargos de salario o de bienes, lo cual complicaría aún más tu situación financiera.
5️⃣ Cuarto, la falta de pago puede llevar a la pérdida de bienes.
Si el préstamo está garantizado con un bien, como un auto o una propiedad, el prestamista tiene el derecho de recuperarlo para cubrir la deuda.
3️⃣ Finalmente, tu historial crediticio se verá afectado.
No cumplir con los pagos puede resultar en una baja en tu puntaje crediticio, lo que dificultará obtener futuros créditos, tarjetas de crédito o incluso alquilar una propiedad.
💡 Si querés saber más sobre historial crediticio, te recomendamos: ¿Qué es el historial crediticio?
Lo primero que debés hacer si te encontrás en una situación de impago es comunicarte con la entidad acreedora.
Muchas veces, las instituciones financieras están dispuestas a negociar planes de pago más flexibles o períodos de gracia, entendiendo que las circunstancias pueden cambiar.
Una opción es solicitar la reestructuración de la deuda.
Esto implica negociar nuevos términos de pago, que pueden incluir la extensión del plazo, la reducción de la tasa de interés o incluso la condonación de parte de los intereses acumulados.
Buscar asesoramiento financiero profesional puede ser de gran ayuda.
Un asesor financiero puede brindarte estrategias para manejar tu deuda, ajustar tu presupuesto y evitar caer en impagos en el futuro.
Si tenés múltiples deudas, la consolidación puede ser una estrategia viable.
Esto implica tomar un nuevo préstamo para pagar las deudas existentes, preferiblemente a una tasa de interés más baja, lo que puede simplificar el manejo de tus finanzas y reducir el monto total de los pagos mensuales.
💡 Si te encontrás en el Veraz y querés sacar un préstamo, puede interesarte: ¿Puedo pedir un préstamo si estoy en el veraz?
Mudarse de país no te exime de tu responsabilidad de pagar un préstamo personal.
La deuda permanecerá en tu historial crediticio y podría tener consecuencias legales si decidís volver o realizar operaciones financieras que involucren a Argentina.
En Argentina, las deudas civiles no llevan a la cárcel.
Sin embargo, el incumplimiento puede resultar en acciones legales que incluyan embargos y otras medidas para recuperar el monto adeudado.
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