Ya hablamos de ahorro, inversiones y cómo armar un presupuesto. Pero está faltando una pieza para tu organización financiera: cómo crear un fondo de emergencia y hacerlo rendir.
“¿Qué es un fondo de emergencia?”, te estarás preguntando. La respuesta es muy simple: es una parte de tu ahorro que tiene el objetivo de salvarte las papas o funcionar como salvavidas para mantenerte a flote aún en situaciones que afectan tus finanzas. Para usarlo, la ocasión tiene que cumplir con tres mandamientos:
1° ¿Es un gasto imprevisto?
2° ¿Resulta necesario?
3°¿Califica como urgente?
Si la respuesta es sí, podés recurrir a tu fondo de emergencia. Con esto bien clarito, vamos a ver qué reglas tenés que seguir para organizarte.
Para armar tu fondo de emergencia, se calcula que más o menos tiene que equivaler a tres sueldos por año. No te desesperes si te parece un montón e imposible. Des-pa-ci-to. No tenés por qué empezar ahorrando una fortuna de arranque, sino que podés ir juntando de a poco, con una cifra que te resulte cómoda guardar todos los meses y te sirva para cubrir cualquier imprevisto, como la rotura de un caño en casa, cuestiones de salud, o quedarte sin trabajo, por ejemplo.
