¿Qué es el retail ghosting y por qué es tan común?
Cuando hablamos de retail ghosting, hablamos de eso que pasa cuando una persona suma productos al carrito, llega al final del proceso y… desaparece. Nada de venta, nada de confirmación. Solo un carrito lleno de ilusiones.
Este fenómeno es tan frecuente que ya tiene categoría propia en el mundo del e-commerce.
Según datos de Forrester, el abandono de carritos representa pérdidas globales por más de 18 mil millones de dólares al año.
En nuestra región, la cosa se pone aún más intensa: en Latinoamérica, más del 75% de los carritos no llegan a destino (Retail Ghosting, el agujero negro del e-commerce).
¿Y por qué se van sin comprar? Los motivos son variados, pero los más frecuentes incluyen costos extra (envíos e impuestos que aparecen al final), la obligación de crear una cuenta, y la desconfianza en la seguridad del sitio.
En Argentina, donde el comercio electrónico creció más del 248% en el último año, muchas personas entran a chusmear, comparar o pasar el rato. Pero si algo no cierra, salen sin mirar atrás. Cero culpa.
¿Qué podés hacer para que esa venta no se te escape?
Las buenas noticias: el retail ghosting se puede combatir. No con ouijas ni hechizos, sino con estrategias concretas que mejoran la experiencia de compra y hacen que la persona diga: “¿Y si lo compro ahora?”.
Simplificá el proceso de pago
Nadie quiere llenar tres formularios solo para comprar una remera. Cuanto más sencillo sea el checkout, mejor.
Permití pagar como invitado, ofrecé opciones variadas de medios de pago y evitá pasos innecesarios. Cuanto menos fricción, más chances de cerrar esa venta.
Eliminá los sustos del final
Si hay costos extra, informalos de entrada. La mayoría de las personas abandona el carrito cuando aparecen montos sorpresa al final. Podés sumar una calculadora de envío o una barra que diga: “¡Estás a $1.500 del envío gratis!”. Es simple, pero funciona.
Transmití confianza desde el primer clic
La seguridad es clave. Mostrá los sellos de protección, los certificados SSL, las políticas de privacidad claras y —por qué no— testimonios de personas que ya compraron y están felices. Eso genera el empujoncito que falta.
Jugatelá con recordatorios y retargeting
Sí, a veces un buen "che, te olvidaste algo en el carrito" es todo lo que se necesita. Y si encima va con un incentivo o descuento, ¡mejor!
Automatizá recordatorios personalizados
Podés enviar un correo, un WhatsApp o incluso un SMS recordando que hay productos esperando. No hace falta que sea invasivo: con un tono amable y personalizado, la conversión puede mejorar muchísimo.
Ejemplo: “¡Ey! Tu carrito está por irse de vacaciones sin vos. ¿Querés retomarlo ahora?”
Usá retargeting en redes
Mostrarle a la persona ese mismo producto en Instagram o Facebook unos días después es una estrategia que muchas marcas usan con éxito.
El algoritmo ayuda, pero el mensaje también importa. Probá con creatividades distintas: una puede ser más racional (precio, cuotas), otra más emocional (urgencia, deseo, edición limitada).
Sumá recompensas para quienes vuelven
Un pequeño incentivo puede marcar la diferencia. Descuentos por primera compra, puntos de fidelidad o beneficios por finalizar la transacción antes de que se vacíe el carrito solo. Es marketing del bueno, pero con ingenio.
Un carrito que se va también puede volver
El abandono no siempre es definitivo. A veces, la persona solo necesitaba un empujón o un poquito más de información.
Ofrecé asistencia en tiempo real
Un chat en vivo o un chatbot bien armado puede resolver dudas que, de no tener respuesta, se convierten en razones para abandonar. ¿El envío llega antes del finde? ¿Puedo cambiar el talle? Cuanto más rápido se resuelva, más fácil será cerrar la venta.
Mostrá devoluciones fáciles y sin drama
Una política de devolución clara y amigable genera tranquilidad. Y sí, la gente prefiere comprar en lugares donde sabe que, si algo no va, puede devolver sin vueltas. Hacelo visible, no lo escondas en letra chica.
Medí, analizá y mejorá constantemente
Cada carrito abandonado es una pista. Usá herramientas de analítica para detectar en qué paso se va la gente, qué productos se quedan siempre en el carrito y qué tipo de usuario convierte más. La data es tu mejor aliada para tomar decisiones más acertadas.
De fantasma a cliente feliz, hay un solo paso (y depende de vos)
Cada carrito abandonado es una oportunidad disfrazada. No te resignes al ghosting: con un par de ajustes, podés transformar esas intenciones en compras reales y mejorar la experiencia de quienes llegan a tu tienda. Porque, del otro lado del mostrador, el ingenio también vende.