Qué significa realmente el “interés”
Cuota fija (con interés)
Cuando un comercio te ofrece cuotas fijas, divide el total en partes iguales… pero aplica una tasa: la Tasa Nominal Anual (TNA). Ese interés se suma a cada cuota, por lo que el total final suele ser mayor que el precio de lista. Si todo esto te suena a jeroglífico, relax, acá te contamos qué son TEA y TNA y en qué se diferencian.Retomemos con un ejemplo: Si comprás algo de $120.000 en 12 cuotas fijas de $13.000, terminarás pagando $156.000. La ventaja es que sabés exactamente cuánto vas a pagar cada mes, lo que te ayuda a planificar tu presupuesto.
Cuota sin interés (el costo cero)
En este caso, el precio se divide en partes iguales sin sumar cargos. Si el producto cuesta $120.000 en seis cuotas, cada una será de $20.000. Como cliente no asumís ningún interés.
¿Qué es el costo financiero total (CFT)?
El Costo Financiero Total (CFT) es el dato que no puede faltar al evaluar una financiación. Incluye intereses, seguros y cargos administrativos, y muestra el costo real de la operación.
Con el CFT en cuotas fijas, el CFT siempre es mayor a 0 %. Si ves “TNA 70 % – CFT 98 %”, significa que al final habrás pagado casi el doble del valor de contado.
En cambio, con el CFT en cuotas sin interés y si la promoción es genuinamente sin interés, el CFT debe ser 0 %. Si aparecen gastos adicionales —por ejemplo, seguros o cargos administrativos— la oferta deja de ser “sin interés” pura. Podés verificarlo en el resumen de tu tarjeta o en los programas oficiales, si en ese momento estuvieran vigentes.
💡 Tip Naranja X: antes de aceptar una financiación, revisá siempre el CFT. Es la única cifra que te dice la verdad sobre cuánto pagás por usar tu tarjeta.
Acá te contamos qué incluye el CFT y cómo se calcula como para que le metas a fondo a esta info.
¿Cuándo conviene la cuota sin interés y cuándo la cuota fija?
Y… en reglas generales y si nos apurás, te decimos que convienen las cuotas sin interés, que se cumple realmente cuando en la letra chica ves que dice CFT 0 %. Son aliadas para tu bolsillo, porque permiten “patear” el pago sin costos extra, y proteger tu poder de compra frente a la inflación. Estás pagando un precio fijo con plata que se devalúa con el tiempo. Y si la ponés a generar rendimientos en Frascos o en la cuenta remunerada… ¡uff, negocio redondo!
Por otro lado, la cuota fija conviene si no hay promociones sin interés y necesitás el producto ya. Sí, en ese caso son una alternativa válida para ordenar tu presupuesto y eliminar el factor sorpresa.
También pueden servirte cuando el comercio ofrece un descuento directo que compensa el interés. Por ejemplo, si hay 15 % off con una tarjeta y el CFT es del 10 %, la operación sigue siendo favorable.
Aplicar la astucia al momento de comprar no es solo contar cuotas, sino entender cuánto cuestan. Las cuotas sin interés, con CFT 0 %, son siempre la opción más conveniente. Las cuotas fijas te permiten financiarte, pero tienen un recargo que vale la pena calcular.
Antes de confirmar tu compra, frená un segundo. Revisá el CFT y compará opciones. Si podés elegir, quedate con la cuota sin interés y usá el dinero que ahorrás para hacerlo crecer —por ejemplo, en una inversión simple o en tu fondo de emergencia.