Paso 1: Hablalo, pero sin tirarle el resumen de tarjeta por la cabeza
Primero, bajale el volumen a la bronca.
En lugar de stalkear si salió a comer afuera, animate a encarar una charla directa. No hace falta armar un comité de cobranza: buscá un momento tranquilo y explicale cómo te sentís.
Un atraso de pago puede parecer un detalle, pero muchas veces duele más por lo que representa.
¿Te cuesta sacar el tema? Pensalo así: hablarlo es una forma de cuidar el vínculo.
Como dicen en las parejas, la infidelidad financiera también se puede evitar en la amistad. Es importante que prime la honestidad y no la acumulación de silencios.
Si usaste la app de Naranja X para enviarle la plata, podés chequear fácil desde los movimientos si te hizo una transferencia de devolución o si sigue en modo ghosting.
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Paso 2: Establecé un acuerdo... aunque sea informal
No hace falta firmar un pagaré en servilleta, pero sí pueden pactar algo que les cierre y siembre la paz, ¡venga! ¿Mitad este mes y mitad el próximo? ¿Plan de cuotas con emoji de confianza? Ponerlo por escrito (aunque sea por chat) y evita malos entendidos.
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Paso 3: Si no hay respuesta... tomá distancia sin fundar el FMI
A veces, ni charla ni recordatorio: silencio total. Si el “te juro que mañana” se repite más que estribillo pegajoso y no ves ni un centavo, tal vez sea momento de soltar. Sin escándalos ni rencores, pero con límites.
Ponerle un freno no es dejar de querer: es cuidar tu salud mental y evitar que la tensión te consuma. Si notás que esta situación te genera ansiedad o te quita el sueño, poné en pausa el tema y enfocate en vos. Hasta podés poner esa plata en una cuenta remunerada para que, mientras tanto, trabaje por vos.
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¿Y si sos vos quien debe? Tips para devolver con buena onda
Si esta vez la deuda está del otro lado (o sea, de tu lado), y por la razón que fuera no podés devolver la plata YA, no entres en modo ninja. Hablá. Contá tu situación. Proponé algo. No hace falta que devuelvas todo ya mismo, pero sí mostrar que hay intención y un plan.
Podés revisar si se te está yendo la mano con los gastos invisibles o si necesitás una ayudita extra para saldar. En la app de Naranja X, por ejemplo, podés ver en qué se te va la plata con solo categorizar tus egresos, o incluso ver opciones de préstamos para no quedar colgado.
👉 Chequeá si algunos de estos gastos están afectando tu rentabilidad
Bonus Track: ¿Cómo evitar que te vuelva a pasar?
Prestar plata puede ser una señal de confianza… o un loop infinito si no aprendés a ponerle condiciones. La próxima vez, antes de decir que sí, pensá en el impacto real que tiene ese préstamo en tus finanzas. Y si vas a ayudar, que sea con cabeza, no solo con corazón.
Una opción copada: dejar todo asentado por la app, y usar funciones como las transferencias o el registro de movimientos para llevar control sin drama.
¿Ya pasaste por algo así? Compartí esta nota con esa persona (sin necesidad de ponerle nombre 😬) y revisá todo lo que podés hacer desde la app de Naranja X para que la plata nunca corte la amistad.