En el vasto universo de las tarjetas bancarias no solo conviven las tarjetas de crédito y las de débito, sino que podemos encontrarnos muchas otras categorías.
Cada una tiene su propia magia y propósito, haciéndolas únicas y especiales.
Vamos a descubrir qué nos ofrece cada una en detalle.
Te presentamos los tres tipos principales de tarjetas según su emisor.
Las tarjetas bancarias son las más comunes y las que probablemente ya conocés.
Emitidas por bancos y entidades financieras, estas tarjetas pueden ser de débito o crédito, principalmente.
¿Lo mejor? Muchas vienen con programas de puntos, descuentos en comercios y seguros que te dan tranquilidad.
¡Pero no todo se trata de los bancos!
Estas tarjetas son emitidas por instituciones que no son bancos, como tiendas, franquicias, y grandes almacenes.
Son ideales si solés comprar en ciertos establecimientos específicos, ya que te ofrecen descuentos y promociones exclusivas.
Emitidas por tiendas, cadenas de supermercados, aerolíneas y otros servicios, estas tarjetas te premian por tu lealtad.
Acumulás puntos cada vez que comprás, que luego podés canjear por productos, descuentos o experiencias únicas.
Principalmente, existen cuatro grandes categorías de tarjetas bancarias: tarjetas de débito, tarjetas de crédito, tarjetas prepagas y tarjetas de regalo.
Cada una de ellas tiene características y finalidades específicas que las hacen únicas.
Veamos en detalle qué ofrece cada una.
Una tarjeta de débito es un medio de pago emitido por una entidad bancaria que permite que vos, como titular, puedas acceder directamente a los fondos disponibles en tu cuenta corriente o de ahorro en tiempo real.
Por esta misma lógica, cada vez que hacés una compra con tarjeta de débito o retirás dinero en efectivo, vas a usar el dinero que tenés en tu cuenta.
💡 Para saber en detalle que es una tarjeta de débito, te recomendamos: ¿Qué es una tarjeta de débito y para qué sirve?
La tarjeta de crédito también es un medio de pago emitido por una entidad financiera, pero en este caso, te permite realizar compras y acceder a una línea de crédito previamente establecida.
Con esta tarjeta pagás en el momento, pero se te cobra el importe posteriormente, por lo general, al final de un ciclo de facturación mensual, lo que representa una ventaja cuando no contás con el dinero en el momento.
💡 Para saber en detalle que es una tarjeta de crédito, te recomendamos: ¿Qué es una tarjeta de crédito y cómo funciona?
Una tarjeta prepaga es un medio de pago que funciona de manera similar a una tarjeta de débito o crédito, pero con la diferencia de que como titular de la misma tenés que cargarle fondos antes de usarla.
No está vinculada a una cuenta bancaria y no proporciona acceso a una línea de crédito.
Es ideal para vos si buscás una opción diferente que la de los bancos tradicionales, incluso, para tener mayor control de tu presupuesto.
Las tarjetas revolving, también conocidas como tarjetas de pago aplazado, son un tipo especial de tarjeta de crédito.
Lo que las hace únicas es que todos los pagos que realices con ellas se encuentran aplazados, es decir, no tenés que pagar el total de tus compras a fin de mes.
En cambio, pagás una cuota mensual que incluye una parte del capital utilizado y los intereses correspondientes.
En este caso, se trata de tres tipos de tarjetas de crédito.
Veamos los diferentes tipos de tarjetas de crédito según su costo:
Tal como lo dice su nombre, estas tarjetas no cobran una cuota anual.
Algunas ofrecen este beneficio de manera permanente, mientras que otras lo hacen dependiendo del uso que les des.
Algunos bancos te ofrecen tarjetas que no cobran comisiones por diferentes servicios.
Esto puede incluir la disposición de efectivo, la solicitud de una tarjeta adicional, sobregiros, o incluso la inactividad.
Si solés hacer varias compras y preferís pagarlas en cuotas, las tarjetas con una tasa de interés baja son tu mejor opción.
Estas tarjetas te permiten financiar tus compras sin que los intereses se acumulen demasiado, facilitando la gestión de tus pagos y ayudándote a mantener tus finanzas en orden.
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La elección de una tarjeta depende de tus necesidades financieras y de tu estilo de vida. Acá te dejamos algunos consejos para ayudarte a decidir:
➡️ Evaluá tus hábitos de gasto: Si gastás más de lo que tenés, una tarjeta de débito podría ayudarte a mantener tus finanzas bajo control.
➡️ Considerá tu necesidad de crédito: Si necesitás financiación o querés tener la posibilidad de pagar compras grandes en cuotas, una tarjeta de crédito puede ser tu mejor aliada.
➡️ Pensá en la conveniencia: Si buscás una opción sin vinculación bancaria, las tarjetas prepagas son una excelente elección.
➡️ Hacé regalos sin complicaciones: Para obsequios, las tarjetas de regalo pueden ser una solución práctica y acertada.
💡 Si estás interesado en sacar una tarjeta de crédito, podés consultar: ¿Cuál es la mejor tarjeta de crédito en Argentina?
Independientemente del tipo de tarjeta que elijas, es importante que conozcas los beneficios y las precauciones asociadas a su uso:
➡️ Comodidad: Las tarjetas bancarias eliminan la necesidad de llevar efectivo.
➡️ Seguridad: Ofrecen protección en caso de pérdida o robo, a diferencia del efectivo.
➡️ Bonificaciones: Incluyen programas de recompensas, descuentos y más beneficios adicionales en su oferta.
➡️ Gestión responsable: Hacé un control de tus gastos para no caer en deudas.
➡️ Protección de datos: Mantené tus datos seguros y nunca compartas tu PIN o información de la tarjeta.
➡️ Conocimiento de términos y condiciones: Estar al tanto de las comisiones, tasas de interés y condiciones de uso es fundamental.
Claramente, el mundo de las tarjetas bancarias no terminaba con los plásticos de débito y crédito, y aunque seguramente conocías estas opciones, resaltamos la importancia de que conozcas sus diferencias para que puedas aprovecharlas al 100% para optimizar tus finanzas personales y disfrutar de sus múltiples beneficios.
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