1. Poné la deuda sobre la mesa (literal y figuradamente)
¿Querés saber cómo organizar deudas sin complicarte la vida? Empezá por una especie de ritual: la mesa de deudas. Sí, posta. Sentate, sacá papel y lápiz o abrí una nota en el celu, y listá todo lo que debés. Desde esa cuota olvidada, el préstamo que te hizo un familiar y hasta el resumen de la tarjeta de crédito. Anotá montos, fechas de vencimiento y qué pasa si no pagás a tiempo.
Ver todo junto puede dar vértigo, pero es el primer paso para tomar el control. Visualizar te ayuda a entender la magnitud y empezar a priorizar. Y si te da fiaca organizar todo eso en Excel o papel, desde la app de Naranja X podés usar el módulo de “Próximos vencimientos” para ver todo en un solo lugar y no colgarte.
Además, si querés sumar una estrategia más completa para ordenar tu plata, te recomendamos este artículo con claves para armar un presupuesto realista💡. No aflojes, no hace falta ser especialista, solo tener ganas de empezar.
2. No todas las deudas son iguales: priorizá
Todas las deudas pesan, sí. Pero algunas pesan más que otras. Es momento de hacer un “ranking de urgencia” como si fuera un reality: ¿cuál se va hoy de la casa?
Las deudas críticas (esas que acumulan intereses o pueden meterte en un lío legal) van primero. Después vienen las que pueden esperar un poco. Por ejemplo: no es lo mismo deberle al gimnasio que al banco. Y no es lo mismo una deuda con mora que una flexible.
En la app podés ver tu resumen de tarjeta de crédito Naranja X, vos podés elegir si pagar el total o hacer un pago parcial. Vos decidís según lo que más te convenga, con toda la info al alcance del pulgar.
Y si tenés alguna deuda impositiva, atentti: eso también puede generarte consecuencias, como terminar en la base de contribuyentes no confiables de ARCA. Acá te explicamos qué significa eso y cómo evitarlo.
Acá te recomendamos que leas Qué pasa si estás en la 3. Conversá con quienes te prestaron: hay más chances de lo que creés.
Negociar una deuda no requiere corbata ni títulos en finanzas. A veces, alcanza con animarse a decir: “¿Podemos hablar?”. Muchas entidades, desde bancos hasta comercios o incluso personas cercanas, están dispuestas a ofrecer un plan de pago o refinanciación si lo pedís con claridad y respeto.
Se trata de negociar la deuda antes de que se vuelva impagable. Podés proponer pagar en cuotas, pedir una reducción de intereses o incluso una condonación parcial.
3. Armá un mini plan financiero (aunque sea en una servilleta)
No hace falta que armes un Excel con fórmulas imposibles. Un presupuesto servilletero puede funcionar perfecto. ¿Qué es eso? Simple: anotá cuánto ganás, cuánto gastás y cuánto podrías destinar a pagar tus deudas. Con eso ya tenés un punto de partida.
La clave es hacer visible lo invisible: esos gastos hormiga que se llevan una bocha de plata sin que te des cuenta. En la app podés ver tus egresos categorizados automáticamente, así sabés si la plata se te va en delivery, transporte o en cualquier otro gastito que elegimos mencionar en diminutivo como si eso bajara el impacto. Si no sabés de qué hablamos, te conviene leer un poco más sobre el fenómeno del corte de cuentas.
¿Querés armar algo más completo? Este artículo te puede ayudar a organizar mejor tu plata y tomar decisiones con más claridad: Pero, si necesitás ir un paso más allá, este artículo sobre cómo manejar el dinero adecuadamente también te puede dar una mano para armar tu plan.Armar tu propio plan para salir de deudas es como armar un rompecabezas con las piezas que ya tenés. Y ver cómo encajan da mucho alivio.
4. Evitá el “pifie emocional”: no tapes una deuda con otra
¿Te tentás con sacar un préstamo para pagar otro? Frená un segundo. Es como apagar un incendio con nafta. La deuda rotativa y el “tarjetazo sobre tarjetazo” son rutas que llevan al sobreendeudamiento.
Antes de pedir plata prestada para tapar un agujero, preguntate: ¿estoy resolviendo o pateando la pelota? En la app podés simular préstamos para ver cuánto te costarían en total y tomar decisiones más frías.
La mejor jugada es la que te deja dormir tranqui, no la que parece mágica, pero después te pasa factura. Seguimos recomendándote buena lectura, y es que este blog tiene todo lo que necesitás: ¿Cometés estos errores en las finanzas personales?
5. Celebrá cada pago: tu motivación lo vale
No hace falta pagar todo junto para sentir que avanzás. Cada vez que tachás una deuda, estás más cerca de salir. Hacelo visible, celebralo. Con un fibrón, un sticker, un “¡listo!” con sonido de victoria. El progreso motiva.
Desde la app de Naranja X podés ver tu estado de cuenta actualizado y recibir notificaciones cuando se registra un pago. Y sí, estamos con vos celebrando tu constancia, por eso, verlo en pantalla es como un mimo.
¿Necesitas ayuda para motivarte? Este plan detox para las finanzas puede inspirarte.
6. Aprovechá herramientas que te dan una mano (y te bajan la ansiedad)
Cuando la cabeza está en mil cosas, olvidarte de un pago es muy fácil. Por eso, las soluciones para pagar deudas no solo tienen que ver con plata, sino también con organización.
Activá alertas personalizadas, programá el débito automático y seguí tu “estado de cuenta” en tiempo real (obviamente, eso lo podés hacer desde la App); no hace falta hacer memoria o llenar la heladera de post-its.
La tecnología está para eso: ayudarte a tener el control sin que tengas que pensar en todo, todo el tiempo.
¡Dale un corte a tus deudas!
No tenés que esperar al lunes, ni al sueldo, ni a “cuando tengas tiempo”. Empezá hoy desde la app de Naranja X. Más control, menos estrés y una bocha de herramientas porque tu plata no está para sacarte el sueño, está para ayudarte a cumplirlos 💪.