¿Qué es el sesgo de confirmación?
Cortito y al pie: el sesgo de confirmación es la tendencia de nuestro cerebro a buscar, interpretar y recordar información que confirma lo que ya creemos. Es como si usáramos un filtro que solo deja pasar las opiniones que nos dan la razón y bloquea las que nos contradicen.
Cuando se trata de compras, esto se conoce como “racionalización post-compra”. O sea, una vez que gastaste, tu mente se pone a buscar todas las razones que justifiquen esa decisión para que te sientas mejor y evites el arrepentimiento.
¿Cómo opera el sesgo de confirmación en tus decisiones financieras?
Este sesgo no solo aparece en las compras. Atenti a cómo se manifiesta en otras áreas de tu vida financiera:
En tus inversiones
Javier invirtió en acciones de una empresa tecnológica porque escuchó que “era el futuro”.
A partir de ese momento, solo lee noticias y análisis que predicen un éxito rotundo para esa compañía, ignorando los informes que advierten sobre su inestabilidad y los posibles errores que se pueden cometer al invertir. Su sesgo de confirmación lo lleva a arriesgar más de la cuenta, convencido de que tomó la decisión correcta.
En gastos de consumo
María se compró el último celular del mercado y lo justificó diciendo que “era una inversión” para su trabajo. La realidad es que casi no usa las funciones nuevas.
Para evitar la sensación de haber gastado de más, solo mira reseñas positivas del teléfono.
Antes de que te pase lo mismo, compará opciones y buscá las críticas negativas. ¡Incluso podés configurar la app Naranja X para que te avise si te estás pasando de tu presupuesto mensual!
En estrategias de ahorro
Pablo se aferró a su plan de ahorro en una herramienta que ya no le daba buenos rendimientos.
Aunque sus amigos le mostraban otras opciones mejores, como una cuenta remunerada, él seguía buscando datos que confirmaran que su estrategia “en algún momento iba a repuntar”, solo por no admitir que se había equivocado. Revisar tu estrategia cada tanto y considerar alternativas como las que ofrecemos en Naranja X te ayuda a mantener la objetividad.
¿Te suenan estas frases? Las 10 justificaciones más comunes
Le preguntamos a la Inteligencia Artificial cuáles son las frases que más usamos para justificar nuestras compras. Vos dirás si se equivocó o nos lee la mente.
1. “Me lo merezco”
¡Ufff, qué clásico! Más típica que una empanada en el almuerzo del 25 de mayo. La usamos para convencernos de que, después de un esfuerzo o situación difícil, tenemos derecho a darnos un “premio” en forma de compra, aunque no sea estrictamente necesaria.
2. “Estaba en oferta”
La excusa perfecta para una compra impulsiva. Sentimos que aprovechamos una oportunidad, aunque terminemos gastando en algo que no estaba en los planes. Siempre podés chusmear las promos al mango para que la oferta sea real.
3. “Es una inversión”
La que usamos para compras caras, como tecnología o ropa de marca, para convencernos de que a largo plazo valdrá la pena.
4. “No puedo dejar pasar esta oportunidad”
Puro FOMO (miedo a quedarse afuera). Nos convence de que si no compramos ahora, nos vamos a arrepentir después.
5. “Voy a usarlo mucho”
La frase que dijimos antes de comprar esa máquina para hacer ejercicio que ahora junta polvo en un rincón.
6. “Es un capricho de vez en cuando”
Nos ayuda a permitirnos un gasto extra, pero ojo, que de “gustito” en “gustito” se puede armar un número importante a fin de mes por los gastos hormiga.
7. “Es una inversión en mí”
Esto se utiliza para justificar compras relacionadas con el autocuidado o el desarrollo personal, como tratamientos de belleza, membresías en gimnasios o cursos, aunque a veces lo usamos para compras que no necesariamente contribuyen a nuestro bienestar o crecimiento.
8. “No es tan caro”
Esta frase minimiza el precio del producto, especialmente cuando hacemos comparaciones con productos más caros. Así justificamos la compra como si fuera una ganga, aunque estemos gastando en algo innecesario.
9. “Lo necesito”
La justificación más común y, a veces, la más tramposa. Es clave diferenciar un deseo de una necesidad real, algo clave en la educación financiera.
10. “Lo voy a amortizar en poco tiempo”
La usamos para justificar compras de alto valor, con la idea de que el uso frecuente hará que el costo valga la pena. Esto puede ser cierto en algunos casos, pero también puede llevarnos a gastar de más en productos que no usamos tanto como pensamos.
Consecuencias del sesgo de confirmación en tu bolsillo
Este atajo mental tramposo puede tener un impacto real en tus finanzas. Mirá:
⚠️ Fomenta el gasto impulsivo: Te empuja a tomar decisiones rápidas sin analizar si realmente te conviene.
⚠️ Minimiza el arrepentimiento financiero: Al justificar tus gastos, evitás la autocrítica y la posibilidad de aprender de tus errores.
⚠️ Aumenta el gasto continuo: Una vez que justificás una compra grande, es más fácil que sigas por ese camino, como una bola de nieve.
⚠️ Dificulta reconocer errores: Si siempre tenés una excusa a mano, es complicado que revises tus hábitos financieros.
⚠️ Erosión del ahorro y aumento de deudas: El resultado final de todo lo anterior. Si estás en esta, te dejamos 6 tips para regularizar tus deudas.
Un sobregasto promedio del 15% anual por compras impulsivas puede significar mucha plata perdida a largo plazo. Si ya tenés varias compras financiadas que te están complicando, los Préstamos de Naranja X pueden darte una mano para consolidar todo y organizarte mejor.
¿Cómo evitar el sesgo de confirmación en tus finanzas?
Para tomar decisiones más objetivas, hay que aprender a cuestionar nuestras propias creencias. Si te diste cuenta de que el sesgo de confirmación te está jugando una mala pasada, poné en práctica estos tips:
➡️ Buscá opiniones contrarias. Si te compraste algo y solo ves las ventajas, hacé el esfuerzo de buscar activamente las críticas o desventajas. Así tenés una visión más completa.
➡️ No te apures a justificar la compra. Dejá que las emociones se calmen. A veces, el arrepentimiento inicial desaparece después de unos días, o al revés, te das cuenta de que fue un error.
➡️ Consultá con otra persona. Pedir una segunda opinión te puede ayudar a ver las cosas con más claridad y menos subjetividad.
➡️ Compará precios y opciones. Antes de comprar, tomate el tiempo de investigar y comparar alternativas.
Evaluá el costo a largo plazo. No pienses solo en el precio de hoy, sino también en los costos de mantenimiento y si realmente es algo que te va a servir en el futuro.